viernes, 1 de mayo de 2009

Después de 10 meses, Junichi volvió a su oficina

Junichi Sato es el Coordinador de la campaña de ballenas en Japón que se enfrenta a un máximo de 10 años de prisión por denunciar un crimen de corrupción en el centro de la industria ballenera.

Después de nueve meses de desconexión con sus colegas y su lugar de trabajo, Junichi Sato y Toru Suzuki volvieron a la oficina de Greenpeace Japón la semana pasada.

Claro que no fueron los dos el mismo día, ya que aunque las condiciones de la libertad bajo fianza se han relajado lo suficiente para que puedan hablar con sus colegas y vuelvan a trabajar, todavía queda mucho camino por recorrer, y aún no pueden comunicarse directamente el uno con el otro o estar en el mismo lugar al mismo tiempo.

Junichi quizo compartir con la gente algunas de sus reflexiones sobre su primera semana en la oficina:

“La oficina de Greenpeace Japón se encuentra en un barrio muy ocupado de Tokio, llamado Shinjuku. Caminé hasta la oficina de una de las mayores estaciones, por las calles con las que yo pensé que estaría muy familiarizado, pero no fue así. Hay nuevos edificios, tiendas y restaurantes que me hicieron darme cuenta de todo el tiempo que estuve lejos.

La última vez que estuve acá me fui de la oficina sabiendo que iba a ser arrestado al día siguiente. 10 meses pueden cambiar la vida de alguien, pero también pueden cambiar un poco el paisaje.

Hay un pequeño santuario sintoísta próximo a la oficina denominado Naruko Tennjin al que fui antes de llegar a la oficina, esperando que nada hubiera cambiado allí. De hecho, el único cambio que encontré fue que los cerezos estaban a punto de florecer. Era el momento perfecto para volver a este lugar. El color y la forma de los cerezos tienen el poder de hacer que la gente sonría y se motive.

Cuando entré en la oficina, me di cuenta de que hay muchas fotos en las paredes de la oficina, con personas de todo el mundo realizando acciones por nosotros. Ellos son mis flores que nunca se caen de mi memoria. Estoy agradecido de tener la oportunidad de decir gracias a todas las personas que participaron en estas actividades.

Igualmente, estar de vuelta en la oficina no es la victoria de la campaña. Es sin duda un gran paso adelante para alcanzar el fin de la caza “científica” de ballenas en Japón, y también para hacer realidad una sociedad civilizada donde los ciudadanos puedan disfrutar de los derechos de “libertad de expresión”. Hoy es el día que reinicio la campaña en Japón con mis grandes colegas que se mantuvieron fuertes en pos de una gran causa. Sinceramente les pedimos a todos ustedes que continúen apoyádonos, yo los mantendré informados”.



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